En 1910, se construyó el hospital Severalls en un sector aislado de Inglaterra, diseñado por el arquitecto Frank Whitmore. La construcción estaba formada por edificios que se unían entre sí, a través de largos corredores -distribución clásica de la época- para no salir del interior de dicho edificio.
Separados por géneros, más de dos mil personas vivieron en dicho recinto en donde los psiquiatras fueron libres de experimentar con los pacientes. Algunas de las prácticas que realizaron los doctores -las que no son legales hoy- fueron la terapia electro-convulsiva (ECT) y el uso de lobotomía frontal, provocando daños irreversibles en los pacientes.
Muchas mujeres fueron encerradas en el lugar por su propia familia; a veces como resultado de tener hijos ilegítimos o porque habían sido violadas.
Tanto estas mujeres, como otras personas que tampoco padecían de patologías psiquiátricas fueron sometidos a los experimentos de los médicos. Finalmente, fue cerrado a principios de los 90's, pero una parte permaneció abierta para albergar pacientes mayores con accidente cerebrovascular, en 1997 cierra totalmente luego que fallecieran los últimos pacientes que quedaban. El lugar en abandono, se convirtió en un gran atractivo para fotógrafos y artistas, y hacia 2016, el lugar fue demolido casi en su totalidad para dar paso a un importante desarrollo vial y habitacional.
El oso de la oscuridad 🐻
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