También conocida como terapia por electrochoque, es un tratamiento psiquiátrico en el cual se inducen convulsiones utilizando la electricidad. La TEC se utiliza más frecuentemente para tratar cuadros de depresión mayor que no han respondido a otros tratamientos, pero también para tratar la manía (estado de ánimo muy eufórico, expansivo y/o irritable que puede ir acompañado de síntomas psicóticos), catatonia, esquizofrenia y otros trastornos mentales. Esta terapia comenzó a usarse en los años treinta. Para al menos la mitad de las personas que reciben terapia electroconvulsiva, los beneficios son solamente temporales. Después de su aplicación se puede continuar con la terapia de medicamentos. También deben anestesiar al paciente. Aunque cueste creerlo, aún se sigue practicando en ciertos sectores alrededor del mundo. La imagen de un paciente atado a una camilla y conectado a diversos cables como conductores de la terapia electroconvulsiva se torna como la más infame de las soluciones...